El Cartel constituye un dispositivo propicio en el trabajo con otros en una Escuela de Psicoanálisis. Es uno de los pilares en los que se sostiene la misma, especialmente en relación a la formación del analista.
Fue propuesto por Lacan como órgano de base del trabajo de Escuela.
Se trata de un pequeño grupo de trabajo constituido por cuatro personas, (eventualmente 3 o 5) que se eligen alrededor de un tema de estudio o investigación. Conjuntamente designan a un Más- uno quien, “si bien es cualquiera, tiene que ser alguien” capaz de animar el trabajo y la elaboración. Cada uno de los miembros del Cartel elige un tema a trabajar para tener al final, un producto de trabajo que será individual.
Durante un tiempo que no será superior a dos años, cada uno investigará en su tema realizando reuniones periódicas conjuntas. Este modo de funcionamiento favorece el poder pensar activamente el psicoanálisis, su teoría y su práctica, con el fin de no permanecer en una posición pasiva. Finalizado ese tiempo, el Cártel concluirá y los miembros se separarán.
Pueden constituir un Cártel todos aquellos que tengan interés por el psicoanálisis, sean o no psicoanalistas, sean o no miembros de la Escuela.
Para poder avanzar en el proceso de formación, el trabajo en Cártel es indispensable pues permite la elaboración y la realización de un trabajo individual como producto del mismo.